Mi imperio romano
Lo que nos obsesiona, una carta de amor a los personajes femeninos desestructurados, a los amores cotidianos y a los finales agridulces.
Mi imperio romano son un par de temas sobre los que me da vergüenza decir que pienso al menos una vez por semana. Son Normal People (libro o serie, ambos son ✨chef’s kiss✨) y Fleabag (especialmente la temporada 2).
No te preocupes, este post no va a tener spoilers de ningún episodio, pero sí hablaremos de temas variados y universales que se tratan en ambas y ya a estas alturas seguro que sabes que ambas series son de las que te dejan un poco tieso y con el corazón en un puño.
Creo que vi Normal People durante la pandemia (mal momento para ver cosas emocionalmente intensas), a través de la pantalla de mi ordenador y mientras hacía videollamada con una persona a la que llevaba sin ver dos meses en persona por las restricciones. La vorágine en la que caí tras ese primer episodio, no la conoce nadie. En el último episodio me quedé mirando unos segundos los créditos, casi sin pestañear, esperando que mi cuerpo se recuperara tras lo que acababa de ver.
Estábamos en plena pandemia y me había quedado vacía tras ver una de las series que más me había marcado en la vida. Entonces empezó un bucle infinito de ver análisis de la serie en Youtube, reels en Instagram de mis escenas favoritas, inmersiones en Internet de dónde se grabaron todas las escenas, etc. Nada era suficiente. Necesitaba llenar este nuevo y extraño vacío, pero ¿con qué?
Ahí empieza mi otra obsesión tras una búsqueda en Google: “¿Qué ver después de Normal People?”. Y la búsqueda responde: Fleabag.
Y con Fleabag comenzó un nuevo ciclo, de llorar, reír y sentirme extrañamente identificada. Volví a revisitar la serie (la temporada 2 un par de veces más, si os soy sincera) y hasta tengo en mi casa la edición impresa del guión (preciosa, por cierto). También busqué el mono negro en Vinted sin éxito.
Pero, ¿qué hace que estas dos cosas se vuelvan atemporales para mí y vuelvan a mi mente al menos una vez por semana? ¿Qué las hace tan especiales?
El papel femenino: entre lo frágil y tenaz
Marianne, en Normal People es un personaje complejo que encarna a la vez la vulnerabilidad y la resiliencia. Parte desde un entorno cruel y desestructurado, pero evoluciona hacia diferentes fases en las que consigue un equilibrio que se balancea entre ser el punto de apoyo del protagonista masculino, la reciente independencia como joven adulta y la libertad en la exploración de nuevas relaciones afectivas.
Fleabag, a la que le han arrancado el nombre y no podemos nombrar en ningún momento de la serie, se encuentra en una situación similar. Es mayor que Marianne, navega la adultez de una manera distinta: está en sus treinta y su vida es un poco desastre: tiene una cafetería temática de conejillos de indias (no preguntéis) que se va al garete y su vida amorosa no podría ser peor. Sin embargo, a pesar de que ni siquiera tiene nombre, es un personaje de lo más complejo, especialmente en sus relaciones familiares. Es capaz de romper la cuarta pared para buscar la comprensión del espectador, lo que hace que al final acabes sintiéndote identificada.
Ambas serían consideradas por un sector amplio de la población como “un fracaso”. En cambio, yo lo veo como una representación de mujeres de mi generación llenas de actualidad, algo a lo que aferrarme para no sentir continuamente “esto que estás viviendo es una mierda”.
Se acercan más a mi realidad que a una ficción del imaginario colectivo. Yo también me siento un poco Fleabag porque soy vaga, hay muchas cosas que se me dan mal, a veces digo cosas en voz alta que pienso y no debería decir y, como diría ella misma: “si tuviera más tetas,probablemente no sería feminista”. Y a veces soy un poco Marianne porque hago cosas que sé que no debería hacer y me cuesta mostrar cómo soy realmente al resto de la gente.
Adultez: un camino entre el crecimiento y la frustración
Cuando era una cría miraba a las personas de 25-30 años y pensaba: “guau, tienen toda la vida apañá”. Y ahora yo rondo esa edad y siento que los modelos que nos han ido presentando en pelis y series no se parecen en nada a lo que yo estoy viviendo.
Por eso la adultez que se presenta en Fleabag y Normal People me llega tanto: es caótica, es impredecible y es imperfecta. Ser adulto no es tener una casa, estar casado y tener tu propio coche, sino: no saber qué estudiar, cambiar de carrera, coger trabajos que sabes que son temporales y amueblar la casa con muebles de segunda mano porque no te llega para hacer mucho más.
En Fleabag equivale a tener que aprender a relacionarte como adulta con tu familia, marcando límites y asumir comentarios sobre lo mal que te va todo, porque no hay por dónde cogerlo. En Normal People es darte cuenta de que necesitas terapia y que las relaciones afectivas que hemos escogido quizás no son tan buenas como creíamos. ¿Hay algo más cercano a nuestra generación que el sentimiento de que no sabes ni adónde vas? Es un guantazo en la cara que te dice: “eh, mira, esto es ser adulto” y por eso creo que pienso a menudo en ambas e, inconscientemente, comparo mi situación con la de los personajes de las series.
“I’m not a bad person, I just have a bad personality”
(Fleabag)
El amor no correspondido: Una herida abierta
Si algo comparten Fleabag y Normal People es esa sensación punzante de amar a alguien que no puede (o no sabe) corresponderte.
En Normal People, Marianne y Connell están atrapados en un ciclo vicioso de malentendidos, silencios incómodos y una falta de comunicación frustante. El clásico "te quiero, pero no sé si lo suficiente" o "me importas, pero no sé estar contigo". ¿Quién no ha estado ahí alguna vez?
En Fleabag, la cosa es aún más retorcida porque ella se enamora del cura. No hablamos de un amor de esos imposibles, pero bueno, luego sí, no. Un amor imposible por motivos morales y religiosos. Y sin embargo, dentro de ese deseo prohibido hay una conexión cruda y honesta.
¿Y por qué estas historias golpean tan fuerte? Porque nos recuerdan esa verdad universal: a veces, querer mucho a alguien no es suficiente. Y eso duele mucho.
Los diálogos que nos definen
Hay frases que se quedan contigo. En Normal People hay conversaciones casi susurradas entre Marianne y Connell, cargadas de todo lo que no se dice por miedo. Como cuando Connell dice: "It’s not like this with other people" . Esa sencilla frase contiene más emoción que cualquier declaración de amor grandilocuente y cualquier discurso de Mr Darcy. Es íntima, personal y cruda.
En Fleabag, las miradas a cámara son casi otro diálogo. La protagonista no solo habla con los personajes, sino contigo. Te convierte en cómplice, en testigo. Y las palabras del cura —“It'll pass.”— duelen más porque sabemos que tiene razón. El amor, el deseo, el dolor… todo, al final, pasará. ¿Pero mientras tanto? Te parte por dentro.
Y es que, a veces, las palabras más pequeñas y las frases más simples son las que dejan las cicatrices más grandes.
Próxima lectura/serie recomendada
Entiendo que si has llegado hasta aquí es porque estás tan vacía como yo después de ambas series. Y ahora ¿qué?
Pues te traigo un par de recomendaciones que me han recordado al sentimiento de visitar por primera vez estas historias, de una u otra manera.
📚 Beautiful World, Where Are You de Sally Rooney. Si la pluma y la forma de construir personajes de Sally Rooney fue lo que te dejó un agujero en el pecho, este libro, siento decírtelo, no lo va a derrar, pero te hará compañía. Plantea cuestiones sobre la amistad, el amor y ese constante runrún sobre si estamos viviendo la vida correctamente.
📚 Alone with you in the ether, de Olivie Blake. Si lo que te encanta de todo lo que te he comentado es ese sentimiento de que estás leyendo algo real y con frases que te hacen abrir los ojos de golpe porque te sientes 100% identificado, entonces la historia de Aldo y Charlotte.
📺 My mad fat diary. Si Fleabag te hizo reír y llorar, esta serie te destrozará por completo. Es cruda, inteligente y absolutamente necesaria. Tiene en común con Fleabag una protagonista que no gusta a todo el mundo y que amarás u odiarás, pero será tan real como la vida misma.
Y recuerda, si de vez en cuando piensas en Marianne, Connell o Fleabag… No te preocupes:
It’ll pass.
Normal people es lo mejor que ha hecho el ser humano. Titubeo todavía en si es amor real o tóxico, dicotomía.
Creo que este es mi post favorito de todo substack. Justo ahora me estoy leyendo Normal People. La serie me encantó y conocer a Marianne y a Connell a través de las palabras de Sally Rooney está siendo un viajazo. A Fleabag la tengo en el corazón y siento que verla antes y después de vivir cierto evento vital que todos tenemos que vivir en algún momento, te cambia la perspectiva de la serie. Yo aún no me he atrevido a verla una segunda vez, pero le tengo muchas ganas. Y MMFD!!!!! QUE SERIAZA. Sigo viviendo en ella. Por más personajes femeninos complejos que reflejen de forma real lo que es vivir en los 20 y los 30. A veces apetece sumergirse en una serie entretenida que no tenga nada que ver con tu vida, y otras veces buscamos sentirnos comprendidas a través de la pantalla. Me encanta como escribes, me suscribo <3